sábado, 5 de noviembre de 2016

UNAS HORAS BAJO UN CIELO ESTRELLADO

Por Paco Tello

La noche del 29 al 30 de Octubre, tuve la suerte de poder volver a disfrutar de unas horas bajo un cielo cuajado de estrellas en compañía de mis amigos andromedanos.
Llegue temprano a nuestro lugar de observación y allí ya  se encontraban Carmelo Álvarez, Antonio Conde y Paco Molina.

Carmelo y Antonio andaban enfrascados en un resolver un “pequeño” inconveniente en el tele de Antonio: la pieza que sujeta la diagonal porta-ocular se encontraba atorada y no había manera de hacerla girar. 
Primeros intentos

¿Gira a la izquierda o la derecha?
Lo que se llama textualmente echar una mano


El “pequeño” inconveniente, se fue haciendo más “grave”… de nada valieron las llaves allen, destornilladores planos, tenacillas, cuchillas, golpes, llamadas telefónicas,  fuerza bruta, etc… aquello no se aflojaba de ninguna manera, tanto que rendido a la evidencia, el compañero Antonio decidió dar por suspendida su observación, pasando al modo “voyeur”, es decir, miro por este tele, miro por este otro, hasta que dio por finalizada su noche.

Al grupo, mientras se ponía el Sol,  se fueron uniendo  Luis Viana, Luis Enrique, Luis García, Carlos Lozano y Alfred García. Todos intentaron aportar ideas para resolver el dichoso problema del tele. Inútil.
Solidaridad
Mientras tanto Paco Molina, andaba jugueteando en el montaje de su flamante adquisición, un taka 120 con montura SkyWatcher que le entretuvo hasta las tantas y no sé si llego a observar algo, pues cuando me despedí aún andaba enfrascado en la alineación de la Polar. ¡¡Todo llegará tocayo!!
Con la criatura en brazo
¡¡¡Pues yo no veo nada!!!
Con la noche cerrada, hice pareja con Luis García, y con sus binoculares Miyauchi nos deleitamos en recorrer varias constelaciones para observar los impresionantes objetos del cielo que nos ofrece este tiempo de otoño, haciendo parada especial en algunas dobles para comprobar hasta que separación angular permite resolver… teniendo en cuenta las magnitudes de los componentes.
Tertulia
Llegada mi hora de regreso, despedida de los compañeros y vuelta a casa con mucho cuidado, pues la carretera te da sorpresas en forma de venados que repentinamente se te cruzan.


Hasta la próxima.




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